miércoles, 1 de junio de 2011

La reja de la imaginación

Cuentan que estaban dos prisioneros en una húmeda, reducida y obscura celda en Vietnam. Uno de los prisioneros se quejaba de las condiciones en las que estaban. El otro, un viejo y enfermo practicante budista no decía nada pero cada mañana se levantaba temprano y se ponía de pie junto a la reja de la ventana. Intrigado  por esa conducta el compañero le preguntó que por qué hacía ese ritual diario. El viejo y enfermo practicante le dijo: Cada mañana me regalo ver el amanecer más allá de la reja y escucho el canto de los gorriones en libertad para no olvidar que tienen preso mi cuerpo pero mi ser está en libertad. Algo así, en otro contexto, sucede con la evolutiva y cambiante mirada que los humanos hemos desarrollado sobre el universo. Gracias a la expansión de nuestra consciencia con ayuda de las practicas meditativas, la reflexión filosófica y los avances en las ciencias como la astrofísica y la astronomía, hoy somos conscientes de  la Tierra como nuestra nave nodriza  - llena de vida, pero sujeta a un delicado equilibrio que nos toca a todos cuidar y preservar. Un matemático y físico distinguido del siglo XIX y XX nos dejó este testimonio siempre actual: Los antiguos físicos nos mostraban un universo que parecía más una cárcel que una morada. La nueva física nos muestra un universo que parece como si pudiese ser una morada apropiada para hombres libres, y no un mero refugio para brutos[1] 






[1] Sir James Jeans (1877-1946) matemático, físico, astrónomo y filósofo de la ciencia

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