martes, 5 de julio de 2011

Desde el primer día


Errar es humano, sin duda. El día del primer error humano nació la culpa y la excusa. ¿Recuerdan la primera excusa?  Dijo Eva: Es que yo comí la manzana porque me la dio la serpiente. Luego siguió Adán: Es que yo comí la manzana porque me la dio Eva. Así que la historia humana está llena de excusas y disculpas. Hasta para no querer y no  amar tenemos disculpas y excusas. Por tal motivo las abuelas sabias suelen decir en este desierto, aludiendo a toda forma de relación entre humanos diversos: Si eres importante para esa persona, siempre encontrará una manera de tener tiempo para ti; sin excusas ni mentiras.

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