Pasó lo que a veces suele suceder. Lo que un día comenzó en otro día terminó. No olvidemos que cada cual tiene su estilo de comenzar y terminar algo, lo que sea. Cuando ellos terminaron fue sui generis y excepcional en tiempos violentos. Él terminó el último sorbo, largo y sentido, de café. Se levantó, tomo su abrigo y partió. Han pasado muchas lunas desde entonces y a ese amigo lo reencontré y fuimos a beber una taza de café como en aquel entonces. Le pregunté cómo sentía el final de su historia y después de una pausa extendida en la memoria me dijo: A veces, irse es un acto de poder mucho más grande que defender y aferrarse. Esta frase emblemática en la vida de mi amigo me recordó a otra frase que escuche hace muchos años cuando llegué a este desierto. Un viejo ranchero le dijo a su atribulado hijo: Que no le gane la angustia, que no lo ahorque. Recuerde que a veces se gana perdiendo. Nunca he olvidado ese extracto, ese elixir paradójico de sabiduría: Si, a veces se gana…perdiendo.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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