Si por algo se caracteriza el ser humano es por generar una lista, casi infinita, de deseos. Así como los deseos pueden ser un motor para la acción también pueden detonar una frustración ante lo inalcanzable o favorecer una actitud de vagabundeo sin aterrizar esos deseos ilimitados. En la galería de mis personajes inolvidables recuerdo a un buen amigo y vecino que en vida fue sastre. Siendo niño solía yo acudir a su sastrería y escuchábamos una radio novela de aventuras de una especie de Don Quijote en la India mítica y milenaria de nombre Tamakún el Vengador Errante. Una tarde, le pregunté si a él le gustaria conocer esas tierras remotas. Me respondió: de alguna manera ya las conozco a través de viajar con la imaginación. Me quedé pensativo pues, antes de que la humanidad contara con los medios modernos y ultra rápidos para el transporte, los humanos viajaban más con la imaginación y sólo pocos, muy pocos humanos podían viajar por los cinco continentes. Recuerdo que Leo Tolstoi comentó: El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace. Ese buen amigo sastre, descansa en paz, pero no dudo que supo querer mucho lo que hacía.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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