martes, 7 de febrero de 2012

Cortesía,hospitalidad

Uno de los rasgos que nos caracterizan como seres llamados humanos - marcando la diferencia con otros seres vivos es nuestra sensibilidad para sorprendernos, admirarnos, extasiarnos al contemplar algo nuevo, diferente, conmovedor. Cuando se trata de la hospitalidad humana, suele asombrarnos cómo hay seres humanos que nos comparten todo  -de lo poco que tienen-   como puede ser un tazón de sopa caliente. Pues cuenta la tradición que en el Imperio del Sol Naciente hubo un pueblito llamado Minamidani que era tan bueno con los forasteros que uno de ellos escribió agradecido tiempo después:

¡Qué cortesía!
Hasta la nieve es fragante
en Minamidani.[1]





[1] Basho

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