sábado, 31 de marzo de 2012

Aceituneros

Aceituneros de Jaén
Desde  que el mundo es mundo y los seres humanos emprendieron la tarea de recolectar los frutos de la tierra y más adelante aprendieron a cuidar o cultivar.  Se dio inicio a las complicadas  relaciones humanas a partir de esa tarea elemental. En este siglo nuestro, la relación del ser humano con la natura y entre los mismos seres humanos es una relación marcada, muchas veces, por la voracidad, la explotación, la deshumanización. Véase el tema terrible de las guerras por las materias prima,sean éstas el petróleo, la sal, el agua, el salitre, el guano, las maderas, los metales preciosos, plantas y animales de tierra, aire y agua. No queda ahí la cadena de perversas relaciones pues hemos llegado a la esclavitud humana, al genocidio y a la segregación racista. Entre todos los frutos de la tierra esta la humilde aceituna brotada de los olivares cuidados por manos curtidas bajo el sol y el trabajo. ¿Cómo podré olvidar la voz de Paco Ibáñez que nos trae la letra del gran Miguel Hernández?

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿Quién, quién levantó los olivos? No los levanto la nada, ni el dinero, ni el señor, sino la tierra callada, el trabajo y el sudor. (…) Unidos al agua pura y a los planetas unidos, los tres dieron la hermosura de los troncos retorcidos. (…) Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿Quién, amamantó los olivos? Vuestra sangre, vuestra vida, (…)
Cuantos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos, sol a sol y luna a luna, pesan sobre vuestros huesos! Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, pregunta mi alma: de quién, de quién son estos olivos?


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