miércoles, 25 de abril de 2012

Huellas en la memoria


Si cruzamos el desierto, de una cosa podemos estar seguros: dejaremos huella en la arena. En este infinito horizonte se cruzan vidas y caminos pero nadie pasa sin dejar una mínima memoria en el viento y en la arena. Con esta certeza  escuché a Leonorcita, una vieja profesora rural que  despedía a sus pequeños alumnos que concluyeron la primaria. Una frase que ,sin duda, fue previsora de lo que suele suceder con casi todos nosotros cuando los años, los vientos y el polvo de estas tierras se han juntado en nuestras ventanas,mas no en la pureza de nuestra memoria agradecida.:Hay personas que por más que se alejen, por más que no les hablemos; siempre tendrán un espacio en nuestro corazón.

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