viernes, 20 de abril de 2012

La ventana


Cada oficio humano tiene sus instrumentos particulares y el escritor no sale de esa regla. Más luz o menos luz, espacios grandes o íntimos, silla dura o sillón, mesa pequeña o de gran extensión, escritura a mano o en máquina o computadora son algunos datos. Escribir con música o en silencio, fumando y comiendo y bebiendo o en natural sobriedad son las atmósferas en las que puede navegar la escritura. Improvisación o disposición premeditada cuentan. En mi caso, la ventana, canal para la luz y el aire fresco, cobra importancia  central y mientras ella esté, podré fluir en la libertad de la imaginación.[1]


[1] Inspirado por La Ventana del pintor,obra de Juan Gris.

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