Cada
oficio humano tiene sus instrumentos particulares y el escritor no sale de esa
regla. Más luz o menos luz, espacios grandes o íntimos, silla dura o sillón,
mesa pequeña o de gran extensión, escritura a mano o en máquina o computadora
son algunos datos. Escribir con música o en silencio, fumando y comiendo y
bebiendo o en natural sobriedad son las atmósferas en las que puede navegar la
escritura. Improvisación o disposición premeditada cuentan. En mi caso, la
ventana, canal para la luz y el aire fresco, cobra importancia central y mientras ella esté, podré fluir en
la libertad de la imaginación.[1]
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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