lunes, 23 de abril de 2012

Proximidades,distancias



La amistad humana se torna incomprensible si le extraemos las constantes de tiempo y espacio. Nuestras experiencias amorosas las describimos siempre en función del tiempo. Nuestras descripciones aluden directamente al pasado de nuestras experiencias, al presente del nuestras acciones y al futuro de nuestros deseos amorosos. El espacio  es descrito como el escenario donde todo fue o lo que en este instante estamos viviendo o el lugar donde nos vernos y soñamos en el futuro próximo o remoto. La historia humana amorosa está atravesada por la carga del tiempo y el espacio y la conciencia del papel que juegan estas constantes. Nuestro tiempo no ha cambiado en eso: las grandes tecnologías, la realidad virtual, la comunicación satelital instantánea, las redes sociales sólo nos aproximan -nada más- y hoy es cierto que la distancia impide un beso o un abrazo, pero jamás impide un sentimiento.[1]




[1] Del mundo tweetero.

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