Carlos Fuentes, In memoriam
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1928-2012 |
Una
gran estrella de nuestro firmamento literario mexicano se ha apagado en el
horizonte de nuestro desierto y de nuestra amada patria. Carlos Fuentes ha
dejado su presencia visible para brillar junto a los que aún estamos aquí por un
rato más y para quienes aún no han nacido pero lo leerán. De su gran
trayectoria recupero algo notable en su perfil y talante humano. Fue un amante
de la palabra como instrumento para crear puentes entre los mexicanos y entre
las naciones. Puente y no muros, puentes sobre los caudales ,sobre las fuentes
de agua clara a veces y turbulenta y turbia en otros momentos de nuestro siglo
20 y 21 que le tocó vivir. Un ser humano que fue puente y fuente en todas las
manifestaciones de su ser, no sólo como literato sino también como ciudadano y
servidor público de la nación al frente de la embajada mexicana en Paris. A mi
me ayudó a conocerme y comprenderme en la nacionalidad mexicana que asumí
consciente y voluntariamente al leer su maravillosa obra El espejo enterrado. Un viaje que explora los fundamentos y
vericuetos de nuestra compleja identidad mexicana . Un espejo honesto y bien
pulido que nos devuelve lo que se le pone enfrente sin aumentativos ni
disminuciones. Para mi querido compatriota y amante de las palabras portadoras
de luz y sentido, mi gratitud y que la
paz llene su descanso.
México,
15 Mayo 2012
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