En una
tarde lluviosa tomaba café con un buen amigo y me contaba de algunas de sus
desilusiones en el trabajo político y sindical y hasta en su vida familiar y
amistades. El tema bordó alrededor de las
palabras, de su fuerza y debilidad, de su permanencia e impermanencia,de su
capacidad para trasmitir y para negar. En fin, le dimos vuelta y descubrimos algo en nuestro viaje alrededor
de la palabra. En uno de esos giros recordamos aquella vieja expresión que
dice: A las palabras se las lleva el viento ,créele al papelito escrito -Si se
trata de creer, tanto la palabra oral como escrita, corren la misma suerte si
no hay la genuina voluntad de respaldarlas con hechos. Pero volvamos al tema de
la palabra que se la lleva el viento. ¿A qué se debe? La respuesta viene ligera y rápida: Dicen que el viento no es ladrón que es
culpa de las palabras sin peso. Las palabra es liviana,transparente,sin
peso. Pese a ello hay algunas palabras que sobreviven al paso del viento y se
quedan prendidas de nuestra mente, de nuestras manos o de nuestro corazón y
nunca las olvidamos. ¿Que les sucede a las demás? Se las lleva el viento…porque
son palabras si peso, sin
sustancia,huecas,dichas por decir o dichas
sin darse cuenta de lo que significan. Alex y yo nos bebimos sorbo a sorbo
nuestro expreso de cuerpo entero y esa tarde no la olvido.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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