Don
Matías, Nico y Pedro son un buen equipo de trabajo. Cada martes, jueves y
sábado pasan a las 7 de la mañana a bordo de su reluciente camión recolector de
la basura. Don Matías ,el conductor se siente orgulloso de su trabajo aunque él
sabe que es uno de los trabajos que están en el sótano del reconocimiento
social. Segunda escena, un viejo amigo de padres japoneses me contó que los
niños son los encargados de limpiar su salón de clase,lavarlo,ordenarlo y
dejarlo listo para la nueva jornada.Aperenden a usar el trapeador, el agua, la escoba,
tienen un sentido de equipo de bien común, de orden y limpieza. En la escuela
japonesa no tienen personal sueldo para la limpieza. Ese bien lo reproducen en
sus centros de trabajo en sus escritorios,máquinas,almacenes y en sus hogares.
Lo que aprendimos de niños -con cariño y vivimos su valor practico- es la base
para tener calles limpias, ciudades limpias, ríos limpios, campos limpios,
mares y lagos limpios –que es sinónimo de salud personal
,comunitaria,planetaria.Lo alarmante es que la cantidad de basura que se
produce en los hogares y centros de trabajo va de la mano con las montañas de
basura tirada en todo el planeta y nos atenemos a que un buen y anónimo Don
Matías levante lo que nosotros tiramos. Admiro a las solemnes virtudes como la
libertad la verdad, la justicia, pero la humilde limpieza es el punto de
partida callado y con gran fuerza
transformadora -cuyo ejemplo arrastra y seduce.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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