Me
gusta el futbol. Me gusta ver cómo los humanos podemos emplear nuestros pies y
piernas con tanta habilidad como si fueran manos y solo los porteros emplean a
las manos en primer lugar. Más allá del mundo de la comercialización del futbol
queda lo que es el alma de ese deporte. Se juega para ganar, se resiste para
ganar y sólo queda un campeón cada vez. Sucede que el futbol no deja de
enseñarme rostros nuevos como el del pasado fin de semana cuando mi equipo
favorito jugó, se esforzó, peleó cada metro, cada minuto y segundo del juego.
La agonía se prolongó a tiempos complementarios y llegó el terrible momento de
decidir la suerte final por medio de los penalties.Todo
fue tan,pero tan parejo que el placer de ver se convirtió en un sufrir,
dosificando la respiración hasta el último suspiro. Después de 120 minutos de
esfuerzo se cumplió lo que dice el dicho de nuestra gente del desierto: tanto nadar ,tanto batallar para llegar y
morir en la playa. Difícil de comprender pero ese es el tuétano de la vida, no
dejar de dar la brazada teniendo ante la vista a la playa…[1]
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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