La chispa

Señales de los tiempos. Estamos ante un parte aguas histórico en nuestra forma de convivencia entre mexicanos, entre los del campo y la ciudad, los del norte y los del sur, los desierto y las montañas. Bien sabemos la tensión acumulada de años y de estas últimas semanas donde coinciden el calor, el verano, la sequía y una elecciones a la vuelta de la esquina. Parecía que todo estaba resuelto pero la vida y la historia tienen sorpresas, siempre suele haber el conejo misterioso en el sombrero del mago y éste ya salió, ya brincó a la escena y la presencia fresca  de los estudiantes que comenzó como un pequeña chispa en la Universidad Iberoamericana pero de ahí se ha extendido a toda la patria. Fueron 131 estudiantes que se manifestaron y dieron la cara. A partir de ese momento cada adherente a esa manifestación de estudiantes pasa a ser el número 132 y hoy podemos decir los ciudadanos, soy el #132.  Ayer miles de estudiantes de muchas universidades de la ciudad de México se reunieron en la casa mayor ,en la querida UNAM al aire libre y dedicaron sus esfuerzos a una jornada completa de trabajo. Detrás de todos ellos se alzaba ese templo de palabras y de ideas, esa brújula en la navegación que es la maravillosa biblioteca y de uno de sus muros unas manos anónima colgaron una manta emblemática que dice: Si yo no ardo, si tu no ardes, si nosotros no ardemos ¿quién iluminará esta oscuridad?. Por fortuna la pequeña chispa ya se encendió y esos jóvenes como nuevos lazarillos  llevarán de la mano, tal vez, a los ciegos políticos profesionales.