Sucede
que voy por el llano, el desierto se distiende en el horizonte infinito. Vuelvo
la mirada y de pronto una libélula se posa en una piedra, me mira sonríe, sigue
su viaje. Así también me sorprende una nube y el arcoíris. Suma de instantes
sorpresivos. De vuelta a casa escucho un cantar a través de mi viejo radio de la Chevrolet. Es la voz de un querido
cantor folklórico del campo argentino. Es el Chaqueño Palavecino. Como quien
atrapa un instante del milagro fugaz, atino a retener unas líneas de su canción
-de la cual ignoro su título mas no
importa: “… echarle leñita al fuego… (las
brasas) si las pisas (el fuego) ya no
arde y si arde poco, nomás le soplas (…)
Y si el amor se acerca, ¡ni toda
el agua del mar lo apaga¡. Sopla al fueguito cuando el amor tiene frío.
Arrópalo cuando esta débil. ¡Échale leñita al fuego! …
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
sábado, 30 de junio de 2012
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