Oswaldo Guayasamín |
Yo
lloré porque no tenía zapatos
Hasta
que vi a un niño
Que
no tenía pies…
Esta es la poderosa realidad que le ubicó
en
la correcta dimensión de la realidad a un
gran
pintor ecuatoriano.
Desde entonces vivo agradecido al niño y
al pintor.
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