La
humanidad desde el tiempo de las cavernas desarrolló -a su paso y como respuesta
a sus necesidades- diferentes respuestas bajo el sello de la creatividad. Debió acumular líquidos, granos y agua. Tuvieron a bien imitar la postura de las manos
en forma de cuencos y así tallaron las piedras y tejieron cestos. Los ejemplos son innumerables -como los granitos de arena que caben en sólo el
cuenco de una mano humana. Por lo contrario, las generaciones de estos dos
últimos siglos hemos crecido bajo el signo de la comodidad y de la abundancia
relativa y eso ha ido en detrimento de nuestra natural creatividad. Pareciera
ser que para un muchacho de hoy ,después de graduarse de la escuela y al
iniciarse en la vida requiere de todos los elementos imaginables para ser capaz
de producir algo. En los países económicamente desarrollados no es raro
observar que los jóvenes quieran iniciar su vida productiva siendo propietarios de una casa, con un magnifico
sueldo y prestaciones y con un vehículo a la puerta. Tal vez esto, aún hoy, lo
viva el 0.000001 de la población mundial .La experiencia de ayer y de hoy para
la infinita mayoría de los seres humanos está bajo otra divisa
resumida en una frase sobria y luminosa: Las
personas más felices no tienen necesariamente lo mejor de todo, sino sacan el
máximo provecho de todo[1].
Como se dice en nuestro desierto, las personas felices son aquellas que
saben hacer mucho con poco.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
miércoles, 27 de junio de 2012
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