viernes, 13 de julio de 2012

De pronto…






Largas horas de camino en el desierto hasta que el horizonte sin orilla se convierte en una montaña que va emergiendo de entre la niebla del polvo de arena en suspensión. Una cadena de cerros desnudos que se ve coronada por un farallón rocoso que nos recuerda a los orígenes de nuestro planeta, a un mar de lava petrificada. Algo similar sucede con nuestras vidas que en su andanza sólo conocen de rutina de días,meses,años y como dice la sabiduría de Nietzche : pasarnos años sin vivir en absoluto... y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. Ese instante es irrpetible,inolvidable y hace la diferencia de un parte aguas  -marcando un antes de y un después de, en nuestras vidas. Un instante al que le podemos adherir  rostros diversos y variados de los paisajes humanos.



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