martes, 10 de julio de 2012

La finalidad, la utilidad





Alondras
Todo suele tener una finalidad aunque no la conocemos. Algunas conductas nuestras también. Cuando caminamos a la orilla del río o  vamos hacia la línea del horizonte de nuestro desierto en una vagancia alegre de caminar, nada de ésto tiene una finalidad práctica ni con ello haremos dinero. Ver cómo caen los copos de nieve o cómo las hojas son llevadas en las alas del viento junto  con las palabras  -va mas allá de la llamada utilidad. El buen Rumí lo decía hermosamente: Los pájaros dibujan grandes círculos en el cielo con su libertad. ¿Cómo lo aprendieron? No sólo hay un cómo lo aprendieron sino para qué aprendieron. Los humanos  nos parecemos a los pájaros cuando corremos y jugamos con las olas, cuando  nos quedamos ante los leños ardiendo u observamos cómo el sol se marcha y aparecen temblorosas las primeras estrellas en lo alto del naciente cielo nocturno.







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