lunes, 20 de agosto de 2012

En mejor compañía





Cuenta Ingrid Bejerman que en su vida tuvo que acompañar a no pocas celebridades del mundo literario y artístico. Como podemos imaginar esas personas de la talla de un Carlos Fuentes o un Julio Cortázar estaban rodeados y asediados por la multitud de lectores y admiradores. Para sorpresa de Ingrid  sucedió que:  “En un momento, lo vi a Fuentes en el bar del hotel, disfrutando de un whisky en un momento de puro relax (…) "Maestro Fuentes -le pregunté-, ¿cómo es que lo han dejado aquí solo?"  "Yo me acompaño a mí mismo", fue su pronta respuesta. Y es que no podría estar en mejor compañía.  Esta escena me lleva a pensar que más allá de estar en medio de una multitud de seres humanos o estando solos en nuestro desierto o en la gran ciudad, lo importante es recordar que siempre estamos con nosotros mismos y esa es una compañía incondicional y puede ser dichosa y feliz.






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