Los sueños, los anhelos y las utopías de
diverso orden
-sociales,políticas,religiosas,etc-
tienen en común la búsqueda del Paraíso perdido, inventar un nuevo
paraíso o retornar al que un día perdimos. Pero ,bien visto el asunto, desde
que el sol despierta yo siento al revés
y para muestra un haiku que me
encanta por su frescura y luminosidad:
El Paraíso
sigue buscando
al hombre perdido[1]
Una experiencia similar la vivo en mis
expediciones a las librerías. No soy yo el que busca un libro sino que los
libros al verme entrar en tan dichoso recinto, toman la decisión mancomunada de
cuál me abordará y se irá conmigo. Ellos saben de qué carece mi alma o de que
está hambrienta.
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