lunes, 7 de octubre de 2013

Agua, flor, árbol





Allá, en las sierras cordobesas en la Cumbrecita, entre el arroyo y las piedras junto a un breve puente hecho de troncos fui encontrado por  Li Po quien desde la lejanía en el tiempo y el espacio apareció en la sierra hecho un cartelito que decía:

Ni el agua que transcurre torna a su manantial
Ni la flor desprendida de su tallo
Vuelve jamás al árbol que la dejó caer.

Una forma de felicidad es que el pasado, lo lejano, oriente y occidente coinciden en un instante y hacen lo UNO -como me sucedió en la sierra cordobesa.  

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