Pareciera que los
sufrimientos humanos son causados casi siempre fuera de nosotros y tal vez
olvidamos que nosotros tenemos una altísima participación y provocación en todo
lo que nos sucede. Clato está que otra cosa es aceptar, reconocer y asumir nuestra
responsabilidad. Tengo en estima una vieja expresión de la gente vieja de
nuestro desierto: “El que se golpea con su propia mano no debe llorar”
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