Cuando pienso en José de San Martín (+17 Agosto 1850) el padre de la Patria Argentina y libertador de Chile y Perú no creo que exista un exceso en nuestra gratitud. Alguna vez el Libertador dijo, después de sus largas jornadas cruzando los Andes y navegando en el Pacífico Sur, que él había entregado su juventud a España mientras vivió ella y combatió por ella, que su madurez se la dio a América del Sur y que ese camino recorrido le había permitido ganar su digna vejez. Una cosa es llegar a la vejez biológica y otra muy distinta es alcanzar una vejez digna producto y consecuencia de una elección consciente del tipo de vida que uno decidió tiempo atrás. El Libertador, como hombre de grandes retos y como militar experimentado resumió su vida: "Si hay victoria en vencer al enemigo; la hay mayor cuando el hombre se vence a sí mismo"
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