La diferencia más notoria entre un niño y un adulto es la estatura y la edad.
Pero hay otros detalles importantes que ,por extensión, se aplican a la vida de los pueblos.
Platón nos lo trasmitió: "...podemos perdonar fácilmente a un niño
que teme a la oscuridad,
pero la real tragedia de la humanidad es cuando
los adultos le temen a la luz"
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