Los seres humanos despertamos y descubrimos que
el asunto de la vida es vivir humanamente,
vivir humanamente, es inseparable de amar.
Sólo después de mucho tiempo y ,casi al final
de la vida, los seres humanos tomamos consciencia
de las historias de amor que hemos protagonizado.
Por eso, Victor Hugo nos regala un último deseo
pero, no por ello, menos importante:
el asunto de la vida es vivir humanamente,
vivir humanamente, es inseparable de amar.
Sólo después de mucho tiempo y ,casi al final
de la vida, los seres humanos tomamos consciencia
de las historias de amor que hemos protagonizado.
Por eso, Victor Hugo nos regala un último deseo
pero, no por ello, menos importante:
"...te deseo primero que ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es,
sepas ser sin desesperar"
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