con nuestra patria solemos decir que estamos en tiempo
de "vacas gordas" -Navidad,Año Nuevo-
pero como quien se cae de la cama en medio del sueño
estamos ahora en "vacas flacas", con la cuesta de enero,
con el alza astronómica de la gasolina y sus
inmediatas consecuencias.
Para remate, los problemas nacionales se agravan
porque nuestros vecinos han estrenado presidente
y está anunciando el cambio de las reglas del juego.
Me llama la atención que los medios y nuestras mentes
están observando más a lo que pasa con el vecino
que si se tratara de nuestra propia elección.
El asunto es que ya es hora de que veamos hacia
dentro de nosotros y nos preparemos para estos
tiempos de "vacas flacas"
donde la incertidumbre,
los miedos
y lo provisional ...
es lo constante.
Así que, acudo y agradezco, el dicho de Mi abuela sabia:
"... el corazón es disperso
cuando está enamorado
y es obsesivo
cuando está lastimado"
¿Nos suena conocido?
La buena, nada es para siempre.
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