Me visitó un amigo, arquitecto pensionado, enviudó hace un año.
-¿Cómo viviste tu viaje?, le pregunté.
Cumplí mi sueño, sencillamente.
Lloré.
Este brevísimo intercambio de palabras nace del deseo de un hombre -alimentado durante años.
Mi amigo quizo "estar ante" ,ver, sentir ..."El regreso del hijo pródigo" de Rembrandt.
Ahorró, compró un boleto aereo, tomó una mochila y se fue al Hermitage en San Petersburgo,Rusia.
Una tarde lluviosa,miercoles.
La galería del museo en silencio, penumbra, con escasa gente.
Su pasado de adolescente se hizo uno con el instante de este hombre en sus 70años.
No es sólo el célebre pintor, no es sólo su insuperable técnica, no es sólo el formato de la pintura de 2 por 2 metros, es la suma de todo -combinación de vida , años, deseo, imaginación, el amor y el dolor.
"...se me nubló la vista, las lágrimas se me escurrieron, no hubo mano que las contuviera, sino el cálido silencio que las acompañó. Cuánto tiempo estuve ahí... no sé , no importa"
Los siglos, el tiempo, el poder transformador de ... una pintura después de 350 años de ser pintada.
Este es uno de esos "antes de" y "después de" en la vida de un ser humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario