sábado, 5 de agosto de 2006

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Eso, llamado abrigo

Mi buen amigo Berto es abuelo y es sabio. Me contó esta escena con sus nietos. Roco casi mata a su hermano Enel, porque éste se puso el abrigo de piel, de Roco. El abuelo Berto vio, escuchó, sintió la pelea y terminada ésta se sentó con sus dos nietos .Uno temblaba y el otro echaba espuma por la boca. Después de la conversación Enel ofreció pedirle a su hermano Roco, por favor, que algún día le prestara su abrigo. El abuelo le preguntó a Roco: ¿de qué está hecho eso que te pones? De piel de vaca. ¿Cuántas partes forman eso que te pones? Roco dijo: cuello, pechera, espalda, mangas, puños y botones y además hilo para la costura y forro de seda. El abuelo siguió: ¿te pelearias por el cuello? No ¿Te pelearías por las mangas? No. Eso que te pones es una suma de partes que viene desde un animal que un día nació de otro animal, que fue criado por un humano y el agua del cielo llovió como alimento para todos. A eso que te pones, tú le llamas mi abrigo. Pero el abrigo, no existe más que en tu cabeza. ¿Todavía te quedan ganas de pelear? No. Este es unos de tantos trucos de nuestra mente. Nos identificamos con algo hasta hacerlo sólido y generamos un apego tan fuerte que podemos matar a alguien o provocar a que alguien acabe con nosotros. Esta es la historia de la vacuidad que los antiguos ya conocieron hace casi 3 mil años.

- Vacuidad, falta de contenido. Vacuidad semántica pues los objetos citados , no existen ,como tales, al estar constituidos por partes y sub partes ad infinitum hasta llegar al nivel molecular y atómico. Así el abrigo, en un nivel absoluto no existe. En nuestra mente y en un nivel ordinario decimos que es eso, para entendernos, y lo nombramos abrigo.

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