martes, 14 de abril de 2009

Codearnos y tutearnos

Un día o tal vez fue de noche los ahora humanos salimos de las aguas maternas de los océanos y poblamos la tierra .Pasaron días y noches, muchas, y un día o tal vez bajo una luna llena aprendimos a ponernos de pie y ver el horizonte. Nos gustó tanto esa experiencia panorámica que adoptamos esa postura para estar en el mundo, de pie. Sin embargo nuestra parte aventurera guardaba recónditos sueños y anhelos como el volar, sí volar e imitar a los humildes pajaritos que en su pequeñez nos han de ver desde las alturas más pequeños que lo que ellos son. Bueno pues ese fue nuestro sueño y se añejó por muchos días y muchas noches, innumerables. Pero como todo llega, un día emprendimos el vuelo y desde entonces no hemos parado en remontarnos. Pero todo vuelo por largo o corto siempre termina y de ello nos percatamos cuando sólo faltan segundos para volver a estar en la tierra, nuestro natural elemento, del que nos elevamos con la ilusión de codearnos con ellos, con los dioses.[1] Sí, ese es el secreto deseo de todos los que volamos…codearnos y tutearnos con los dioses.


[1] Inspirado por mi buen Alejandro Aura.

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