domingo, 4 de octubre de 2009

A grandes males , grandes remedios

Para los grandes problemas nacionales hay que aplicar grandes remedios y para aplicar esos remedios, los poderosos -los que tienen el poder, los poderes- a veces suelen convocar a los intelectuales. Lo curioso es que en este mundo hay, además de intelectuales, otros que se llaman sentimentales y otros llamados accionentales. Esta selección de por si excluyente es una muestra de la primacía del intelecto sobre las demás habilidades humanas. Llevamos siglos y milenios obsesionados con el intelecto y los resultados están a la vista. ¿Cuándo será el día en que se sientan en la mesa los sentimentales y los accionentales y sean escuchados? De seguro que a este mundo le iría un poquito mejor pues no me queda la menor duda de que somos, por diseño de fábrica, seres pensantes, sintientes, sensibles y llamados a las acciones sociales políticas y económicas que transformen a este mundo si no en el paraíso en algo que nos lo recuerde… y que nos desafíe a no descansar hasta hacerlo real.

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