En cosas del amor y del creer cada cual tiene sus preferencias y no se diga sobre las opiniones ante nuestras acciones y sus consecuencias. Algunos seres humanos abrigan la esperanza de que vivan como vivan sus acciones no tendrán consecuencias y eso es tan curioso como desear estar bajo el aguacero y creer que uno no se mojará. Para otros seres como el buen Omar Kayyam la divisa fue ésta: Soy de los que creen que ninguna hoja cae del árbol sin que haya estado escrito desde siempre en el Libro del Destino. ¿Qué es el destino? podemos preguntar. Una respuesta aproximada es que toda acción de la que somos testigos en este instante se ha preparado desde el origen del tiempo a través de una cadena infinita de causas y consecuencias. Lo que un día sucederá con nosotros también será el producto de causas y consecuencias que vamos tejiendo de instante en instante. Ese es el Destino, nada está fuera de la esfera de las acciones humanas. Esta visión descansa en la fuerza de nuestras decisiones libres y en las responsabilidades que contraemos.[1]
[1] Inspirado por Amin Maalouf. Samarcanda
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