jueves, 26 de noviembre de 2009

Cruzar el puente


Hay advertencias que nos damos los humanos con diversos propósitos y algunas rebozan de sentido común, otras deslizan su tono censor y otras simplemente nos despiertan porque rompen la lógica de nuestro pensamiento y nos permiten ponernos de pie ante la realidad. Hoy, por la mañana una amiga le dijo a su hijo antes de cerrar la puerta de su casa: Hijo, acuérdate de que no hay que cruzar el puente antes de llegar a él. Esta expresión muy de nuestro desierto da cuenta de la realidad de la vida que es una sucesión de instantes, pasos y procesos y que todo llega cuando llega y no tiene sentido adelantarnos a las situaciones a menos de incurrir en un despropósito. Cada día me confirmo en comprobar que la escucha atenta de la sabiduría de mis amigos, cercanos y conocidos es una fuente inagotable de enriquecimiento para mí y de aprecio y admiración que siento para con ellos.

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