domingo, 29 de noviembre de 2009

Mundos


Confieso que el macro cosmos como el micro cosmos  son parte de mi felicidad de estar vivo. En un tiempo lejano los consideré como opuestos hasta el día en que descubrí que eran Uno que se manifestaba en escalas diferentes. Un día, caminado por la playa del mar Pacífico sur soplaba un ventarrón y pude capturar con la palma de mi mano unos granitos de arena. Después de contemplarlos como microscópicos planetas dentro de la inmensidad de la palma de mi mano comprendí que esos micro mundos, al igual que todo nuestro pequeño planeta, formaron parte de las estrellas originales. En ese instante comprendí que los polos opuestos se disolvían dentro de mí .Ha transcurrido mi viaje en este mundo y me regocija observar las fotografías satelitales que muestran a nuestra Tierra siempre iluminada y en penumbra parcialmente. Así nuestra vida no está siempre iluminada ni en la obscuridad sino en el perpetuo alternar. Este es nuestro estado natural. Cuando aceptamos esta realidad tomamos la vida con otro talante y todo lo que en ella sucede. Los extremos que nos perturban como adentro y afuera, masculino y femenino, salud y enfermedad se disuelven. Las discordias, los enemigos y las batallas podrán convertirse en concordia, amistad y campos de paz.



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