lunes, 30 de noviembre de 2009

Uno más uno igual a Uno


En un día de verano, en ese tiempo sin orillas llamado vacaciones escolares jugaba a imaginar cosas tan curiosas como: ¿si perforáramos un agujero tan profundo que atravesara a la tierra de una lado a otro en que parte del mundo apareceríamos?. En otra ocasión nos preguntábamos ¿cuáles son los países de nuestro mundo que en este momento están en completa obscuridad mientras nosotros gozamos de un día soleado y radiante?. Estas y otras inquisiciones nos mantenían entretenidos y absortos durante horas hasta que la llamada a comer nos colocaba en otro nivel de conciencia y de realidad. Sin embargo esas preguntas infantiles se transformaron en nuevas meditaciones como el viejo y siempre nuevo tema de los opuestos, los polos o dualidades que vivimos los seres humanos. Un día, afortunadamente, fui encontrado por un antiguo texto búdico, el Lankavatara Sutra que me aportó una luz que me ha acompañado a lo largo de esta travesía: La falsa imaginación enseña que cosas tales como la luz y la sombra, lo largo y lo corto, el blanco y el negro, son diferentes y deben ser diferenciadas; pero no son independientes la una de la otra; son sólo aspectos de la misma cosa, son términos de relación, no de realidad. Sus condiciones de existencia no son de carácter mutuamente excluyente; en esencia, las cosas no son dos, sino Una.


1 comentario:

Anonymous dijo...

o como dice el buen Hermes,
tan solo son gradaciones o escalas de la misma cosa. Me gustan tus reflexiones.