Suele decirse que el amor es la principal necesidad humana. Las formas visibles del amor humano necesitan ser claras y precisas como tener hambre o sed. Me refiero a la urgente necesidad de ser escuchado que tenemos los seres humanos, de cuando en cuando, y en el momento menos pensado. Ser escuchado y escuchar son dos aspectos del amor humano que a veces se vuelve etéreo e inasible. Ser escuchado y escuchar es algo tan palpable como encontrar a una mano extendida, a un hombro en donde apoyarse. El arte de escuchar se aprende pacientemente y el arte de pedir ser escuchado también -como nos enseñó un sabio de cien largos años vividos: Escucha lentamente para que puedas entender estas palabras que en mis labios tiemblan. Verás mis palabras caer en el aire, como si fueran pequeñas balsas próximas a naufragar su contenido. Acógelas. Sé tú como una blanda orilla de mar a donde mis palabras recalarán.
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