viernes, 25 de diciembre de 2009

Venimos de lejos


¿Cuál es el origen de la mayor parte de las mujeres y hombres del desierto? , me preguntaron un día. Mi respuesta dibujó en el aire el retrato de los migrantes que desde hace quinientos años peregrinaron del sur al norte de nuestra patria. Les trajo el llamado de las minas el oro y la plata que terminan en el norte, en Europa, el llamado de los grandes llanos para cuidar ganado ajeno, les trajo finalmente el sueño de cruzar el gran rio en pos de la más grande tierra de migrantes del mundo. Veo a esa multitud en los caminos de la memoria y en las líneas esperando un autobús polvoriento que se dirige al norte, siempre al norte. Junto a mi están las palabras de un mexicano, como cualquier otro, con el que yo vibro como alma hermana, quien antes de partir de este mundo dijo: Yo vengo como todos los hombres, de muy lejos, de muy abajo; pertenezco a la despeinada, descalza y hambrienta multitud mexicana, y he peleado, desde que me acuerdo, por ser mañana distinto al de hoy y pasado al de antier; ser distinto cada día ha sido mi lucha, pero siempre con un horizonte y sin dejar de ser aquel que descalzo anduvo en su niñez.

 -Inspirado por Andrés Henestrosa. Nuestra Palabra. El Nacional, 10 de enero de 1990.






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