Algunos de nosotros agradecemos en esta vida un dinero prestado, una mano extendida, un consejo, el aliento en la fatiga, el bálsamo en el dolor, la compañía callada, oportuna. Un hombre agradecido, digamos, un Julio le agradeció a una mujer, digamos Maga, por tres regalos, por tres gratuidades como estas: Me enseñaste los nombres de las aves, la edad de los pinos inconsolables, la hora en que suben y bajan las mareas. Mi lista es inconmensurable. Se me ha enseñado tanto y tanto a lo largo de la vida. Sólo he necesitado ser página blanca, ser esponja, ser vasija vacía y he quedado colmado hasta rebosar. Hoy derramo estas letras breves con el sentimiento amoroso que las trajo a mí.
- Inspirado por José Emilio Pacheco.Idilio
- Inspirado por José Emilio Pacheco.Idilio
1 comentario:
QUERIDO DOCTOR:
¡¡¡¡GRACIAS!!!!!
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