Beber es también beberse el mundo de un sorbo cuando nos mueve una pasión o el ansia desmedida por algo. Beberse los vientos o beberse las propias lágrimas. Beber es lo opuesto a dejar correr a desperdiciar el preciado líquido del que se trate. Te bebo con mis ojos le decía el tal Julio a la tal Maga. Beber hasta la última gota para agotar lo amado. Bébeme hasta que tu cuerpo navegue en mí o yo me sumerja en ti. Beber es convertir al otro en líquido, es un rito sutil, suave, espléndido y total. Si te como y si me comes quedan restos pero bebernos es convertirnos en sangre de tu sangre y sangre de mi sangre donde sólo se llega al nuevo mar rojo. Los enamorados muestran la potencia de su amor diciendo: te quiero comer. Un amor menos ostentoso dice, te bebo toda, bébeme todo hasta sumergirme en tu amor oceánico. Así se amaron el tal Julioy la tal Maga.
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