sábado, 13 de marzo de 2010

Un grano de trigo

En nuestro ensangrentado desierto las moscas son las reinas. Ellas trabajan sobre los cuerpos después de que todo ha pasado. Los horrores son inefables. Sólo la poesía puede hacerse cargo de lo que no cabe ni en la mente ni en el alma: Me han dicho que el pueblo, se encuentra indefenso, cual pichón de gaviota, les juro que lo he visto, como un anciano herido, como un niño de pecho, como un grano de trigo, sólo frente a un molino. Pero creo en tu fuerza, porque el trigo germina y llegará el día pueblo mío, en que se unan tus hijos, para lavar tu frente que si estás indefenso no será para siempre. No será para siempre cuando se unan tus hijos, para lavar tu frente.

- Inspirado por Alí Primera

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