viernes, 11 de marzo de 2011

El profesor

Cuentan que en un perdido pueblo de nuestro desierto hubo una cantina con un destartalado piano. Llegó un día un austriaco profesor de escuela, explorador y pianista. Al ver el piano preguntó si podía tocar una pieza musical. Le dijeron que sí,  con cierta incredulidad. Al hombre le llevó un rato desempolvar al piano, hacerle una afinación  indispensable y de pronto, los parroquianos asombrados  escucharon un vals de Strauss. Nadie daba un peso por el piano pero el genio del pianista extrajo las posibilidades guardadas largamente por el piano. Alguien sin talento, por  lo contrario, no haría nada en el mejor Steinway de concierto.


No hay comentarios: