En el desierto tenemos expresiones breves, austeras, ahorradoras de palabras. Una muestra es la frase que le escuche a un abuelo en el hospital ante su desconsolado hijo que recibía las condolencias por haber perdido a su esposa en el transcurso de una cirugía. Los amigos le decías frases como ésta: No se preocupe el tiempo todo lo cura. El dolido hombre le preguntó a su abuelo porqué no se sentía confortado por esa frase tan repetida de el tiempo todo lo cura. El abuelo lo abrazó y le dijo al oído. Si no quieres atormentarte observa detenidamente que el tiempo no cura las heridas; lo que haces con tu tiempo es lo que las cura. Esta opinión me ha permitido recordar la relación estrecha entre el Tiempo y la Responsabilidad[1]. Somos responsables de de la actitud que elegimos y del cómo pasamos por esta vida, dentro del gran fluir de ese río llamado Tiempo.
[1] Inspirado por la conferencia homónima de Viktor Frankl, Tiempo y Responsabilidad.Innsbruck, Austria, 1949.
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