jueves, 3 de noviembre de 2011

Atolito

El panorama de la sabiduría humana es inseparable de la trasmisión de boca en boca de todo aquello que se considera benéfico para vivir o lo que unos llaman tradición. Las abuelas y los abuelos son los fundamentos de esa trasmisión oral integral -que va unida al llamado ejemplo   -congruencia, solemos decir ahora, o concordancia entre lo que se dice y lo que se hace. Una pieza de esa sabiduría es  un dicho nuestras abuelas  para cada situación  -característica que las convertía en mujeres dichosas en los dos sentidos de la palabra: gozaban del don de la palabra breve y sustanciosa  o dicho,  y al mismo tiempo emanaban un resplandor de dicha. Refiriéndose  a los niños pequeños y a sus achaques, le escuché a una abuela, cómo aconsejaba a su nuera: Si con atolito[1] va sanando, atolito vele dando  -atente a las causas y sus felices efectos-








[1] Atole, bebida caliente con base en harina de maíz, sabores y azúcar algo espeso ,típico del invierno mexicano.

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