miércoles, 2 de noviembre de 2011

Más vale

Nada en demasía, fue el consejo de mis mayores. Nada en demasía, incluía hasta la frecuencia en las visitas a los famliares, parientes y amigos. Mas valía que se dijera: Cuanto tiempo sin vernos que Otra vez  la visita que hasta en la sopa… está. Más vale ser extrañado y echado de menos que ser sentido como estorbo impertinente. En otro orden de ideas para la convivencia humana está el vivir honrando a la propia palabra. Un dicho paterno se me grabó: Más vale prometer poco y sorprender...que prometer mucho y defraudar. Por último es muy grato para los humanos las sorpresas agradables en la que mi padre fue un maestro. Su secreto: el factor sorpresa. Cuando menos lo imaginabas llegaba con una buena noticia, con un pequeño detalle, con una barrita de chocolate para cada cual o unas flores o una canasta de frutas espléndidas.











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