Después de ver una película con submarinos alemanes, tan temidos,a casa y el comentario obligado sobre la película me hizo exclamar. Papá tengo ojos de periscopio. ¿Cómo? Inquirió mi padre. Si, es maravilloso elevarse y ver todo, todo alrededor y no solamente hacia adelante (Mas tarde comprendí la etimología del nombre de aparato, ver alrededor, los 360 grados). Han pasado más de 50 años y un día encontré la maravillosa coincidencia con mi querido Julio -pues en lo que sigue somos almas gemelas- cuando le contaba a su amigo Eduardo sobre este asunto de ver, ver y ver bien: “…observo que los argentinos que llegan (a Paris), andan por las calles mirando sólo de frente, como en B.A.Ni hacia arriba ni a los costados. Se pierden todos los increíbles zaguanes, las entradas misteriosas que dan a jardines viejos, con fuentes o estatuas, los patios de hace tres siglos intactos…Creo que irrito un poco a mis compañeros de paseos por mis detenciones y desapariciones laterales a cada momento. Aquí los ojos se vuelven facetados como los de la mosca. ¿Involución? De todos modos vale la pena descubrir tanta cosa, todos los días…”[1]
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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