jueves, 1 de diciembre de 2011

Periscopio

Después de ver una película con submarinos alemanes, tan temidos,a casa y el comentario obligado sobre la película me hizo exclamar. Papá tengo ojos de periscopio. ¿Cómo? Inquirió mi padre. Si, es maravilloso elevarse y ver todo, todo alrededor y no solamente hacia adelante (Mas tarde comprendí la etimología del nombre de aparato, ver alrededor, los 360 grados). Han pasado más de 50 años y un día encontré la maravillosa coincidencia con mi querido Julio -pues en lo que sigue somos almas gemelas-   cuando le contaba a su amigo Eduardo sobre este asunto de ver, ver y ver bien: “…observo que los argentinos que llegan (a Paris), andan por las calles mirando sólo de frente, como en B.A.Ni hacia arriba ni a los costados. Se pierden todos los increíbles zaguanes, las entradas misteriosas que dan a jardines viejos, con fuentes o estatuas, los patios de hace tres siglos intactos…Creo que irrito un poco a mis compañeros de paseos por mis detenciones y desapariciones laterales a cada momento. Aquí los ojos se vuelven facetados como los de la mosca. ¿Involución? De todos modos vale la pena descubrir tanta cosa, todos los días…”[1]







[1] Cartas a los Jonquieres,139

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