miércoles, 7 de diciembre de 2011

Polvo,polvo

El polvo que cubre a este planeta errante es el recordatorio de nuestro origen, ese Big Bang o gran explosión tenemos pleito con el polvo del que venimos y al que vamos. ¡Cierra la puerta, cierra la ventana!, gritamos. ¡Que entra el polvo! Al polvo lo tratamos como a la basura, nos da asco como las moscas y le tememos como a un virus. Vernos empolvados. Nos recuerda nuestro próximo destino y nos enfurece. El polvo, huella finísima de nuestra galaxia hasta en el más recóndito lugar del planeta. Al polvo como a.los malos olores se le combate, no se le tiene la mínima consideración ni compasión. Aspira el polvo, sacude el polvo, limpia el polvo, barre el polvo...pseudo victoria porque el polvo calladito vuelve y se posa como fino manto un minuto despues.Pronóstico seguro: ganamos algunas batallas -siempre el pobre lenguaje bélico- pero la guerra la tenemos perdida. El polvo, calladito, se ríe de nosotros y de  nuestras obsesiones pues será la sábana que nos envuelva para que nos convirtamos en unos cuantos granos más de polvo y así, transformados, seguiremos viaje por el aire para posarnos sabe dónde y sepan cuándo.








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