Desnudos y sin nombre

Lo que somos,realmente...

Un día o tal vez de noche, llegamos al mundo, desnudos, completamente desnudos y nos arroparon. Pasado un breve tiempo nos pusieron un nombre o varios y además unos apellidos y de ahí para el real como dicen en estas tierras. Pasados los años pasamos varias veces cada día de un papel a otro con todo y título y ojalá fuera sólo eso, un cambio de vestuario. Se trata de un cambio de conducta. Así, un día nos despertamos abrumados por la cantidad de nombres, títulos e identidades que hacen que nos sintamos perdidos en el bosque de las palabras y de las imágenes. En el silencio, en el amado o temido silencio interior, podemos descubrir quién soy realmente y esa es la tarea de todos  los días y tal vez la más significativa en nuestra vida, por la consecuencias que acarrea el saber quién soy. Esta tarea es más trascendente que el haber puesto un pie en nuestro satélite inhóspito llamado La luna. Hubo un gran hombre que vivió junto a unos volcanes secos llamado José, el buen José  Saramago y un día le escuché decir esta joya de intuición sobre nuestra ser interior: Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y eso es lo que realmente somos. Gran coincidencia con Buda,el Despierto, quien nos dijo que somos seres sin nombre.