jueves, 9 de febrero de 2012

Todo parece muerto

Cerca del Rio Bravo, donde termina un mundo y comienza otro, está un niño esperando a quien le cruzará por el río pal ´otro lado. Aire invernal, un cielo limpio de nubes y en la fina línea del horizonte se apaga la cobija de los pobres como le llaman aquí al Sol. El niño le pregunta a su abuelo ¿por qué todo parece muerto, todo, parece que Dios se ha escondido?. La gente camina sin cruzar palabra, mirando hacia la línea, hacia el río que esperan cruzar, ansiosamente. Los árboles desnudos, están reducidos a leña que mira al cielo. Las rodadoras desprendidas de la tierra inician su largo viaje por los llanos hasta convertirtse, allá donde el aire da la vuelta, en polvo, arena de la arena. Ante esa desnuda frialdad del desierto invernal resuena en mis oídos la vieja, la sabia voz de Basho: El dios está ausente / Sus hojas muertas están amontonadas / Y todo está desierto.



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