Sí, a ustedes que me han sostenido
A ustedes que me han llevado por el monte
la playa
el desierto y el mar.
Gracias a ustedes callados y dispuestos para
el camino, el trote y la carrera
para escalar y descender.
Gracias por lo poco que me han pedido en toda esta vida.
una caricia, un aliento, un gracias.
en domingo o en sábado … un masaje.
Gracias por tenerme en pie y sostener este edificio
desde el que diviso el horizonte del mundo.
Gracias a ustedes que no
saben de competir sino que
juntos, paralelos, hacen de
mi vida y el camino, algo llevadero.
En Lunes o Jueves,de niño y de viejo, gracias queridos pies.
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