jueves, 12 de abril de 2012

Soltando amarras

Cuando uno deja de ser el barquito que es  y soltando las amarras nos internamos en alta mar y aparecemos en una costa lejana  -en el Mediterráneo o en el Pacífico Sur-  ¿qué sucede?  Acontece aquello que nuestra imaginación acarició largamente. Somos tomados, raptados por esa tierra que desfila y se nos mete en cada resquicio de las pupilas y deja la huella de sus voces,cantos,bailes,aromas. De pronto, algo me detiene y por un instante me acuerdo que tengo un centro íntimo al que no he tocado –durante horas, días-  en medio de tanta sorpresa, asombro y gozo.   Eso le sucedió al buen Julio en sus días romanos  y así da cuenta : Hasta ahora Europa me ha invadido de tal manera que no me deja ser yo mismo. Todo el tiempo estoy siendo otras cosas, el paisaje, los cuadros, los olores, la felicidad. Soltando amarras...tema de toda navegación.

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